Reseña de «Visigodos en Hispania», Arqueología e Historia Desperta Ferro. Emigración y poblamiento.

La emigración goda en España.

Es sabido que los godos que tomaron contacto con los habitantes de la Península Ibérica en el siglo V no fueron muy numerosos. Tomando los datos existentes al respecto, no sumarían mucho más de 10000 efectivos los que comandaría el rey Ataúlfo por Italia, Hispania y el sur de la Galia hasta que se creó el reino de Tolosa.

Aunque ya había tropas godas en Hispania, no será hasta la caída de Roma en 476 cuando los visigodos comiencen a instalarse paulatinamente en la península, amén de una ganada independencia de un poder político superior. Este asentamiento se produjo siguiendo la estratégica vía que unía Barcelona con Sevilla, jalonada de grandes ciudades y de lugares de interés para el control del territorio que fueron elegidos por los germanos.

capturadepantalla2016-07-11alas11-26-07
Imagen 1. Mapa de las migraciones germánicas hacia el Imperio Romano. Fuente: blinklearning.com

Llegada la derrota de Vouillé en 507, el pueblo godo quedó profundamente trastornado hasta acercarse a su propia desaparición como entidad organizada en torno a un líder si no hubiera sido por la intervención de Teodorico el Grande, ostrogodo amalo y rey de Italia. Este rey dio origen al breve lapso conocido como “monarquía ostrogoda”; primero con Eutarico para intentar poner a los visigodos bajo su dominio, aunque fracasó y después con otros miembros de la aristocracia ostrogoda. Muchos ostrogodos se asentaron en Hispania y tejieron alianzas y pactos con la élite hispanorromana que se quería oponer a la vieja nobleza del linaje visigodo de los Baltos, dando lugar este panorama a enfrentamientos además de arrojar mucha oscuridad a la muerte de los reyes Amalarico y Teudis.

Onomástica y linajes.

Es muy interesante en este apartado leer la investigación realizada por Luis A. Moreno, escritor del artículo, pues propone rastrear el linaje y la procedencia de los godos por la construcción de sus nombres. Así, podemos ver que los descendientes de Teodorico el Grande prefieren incluir la partícula Theud– en sus respectivas denominaciones. Es el caso de los reyes godos Teudis (531-548) y Teudiselo (548-549).

Entre los siglos VI y VII parece común que se repita la partícula Liub- por el rey Leovigildo. Esta partícula sugiere quizá el parentesco de la familia de Leovigildo con linajes de damas francas del sur de Francia cuya onomástica es diferente a la del resto del reino. Este linaje, aunque cortado por Witerico cuando destronó a Liuva II, podría haber permanecido en la sombra de las fuentes sin citar, pues en tiempos de Ervigio casi un siglo después, nos encontramos con que su esposa era la reina Liuvigoto, cuyo nombre contiene dicha partícula.

569-570-tremis-toledo-leovigildo
Imagen 2. Tremis visigodo de Leovigildo. En esta moneda y por primera vez, los reyes visigodos se desvincularon del Imperio en cuanto a referencias al emperador en las monedas. Fuente: fuenterebollo.com

El propio nombre del rey Witerico refleja la noble ascendencia ostrogoda que poseía, pues hace referencia a los primeros ostrogodos llegados a la península en 427 y después en 473 bajo el liderazgo de Witerico en el primer caso y de Widimer en el segundo.

El autor nos cuenta el curioso caso de un noble godo que se hizo enterrar en Arcos de la Frontera en 562, de nombre Bulgarico. Este nombre es completamente extraño en la onomástica goda y sólo encontramos después el caso del conde Bulgar a inicios del siglo VII durante el reinado de Gundemaro; quizá existiera parentesco entre ambos personajes. El caso es interesante por cuanto que Teodorico el Grande tuvo una oportunidad para anexionar los pueblos búlgaros de los Balcanes que aparecen por vez primera en las fuentes griegas y latinas a mediados del siglo V como habitantes de los Balcanes septentrionales y de las llanuras ucranianas. Este pueblo seguramente tenga su origen en la desintegración del imperio huno tras la muerte de Atila, una explosión étnica que dio lugar a estos protobúlgaros aliados de Constantinopla con los que Teodorico el Tuerto y Teodorico el Grande tuvieron contacto a finales del siglo V. Es en este momento cuando algunos de estos búlgaros pudieron unirse a la hueste goda dando lugar a la diseminación de individuos hasta acabar uno de ellos enterrado en Cádiz. También los ejemplos que se nos muestran en el artículo al respecto de los restos epigráficos son realmente curiosos e interesantes, pero para conocerlos os invito a leerlos de la buena mano de este autor.

El poblamiento urbano y rural de época visigoda en Hispania.

En este artículo, el investigador Jorge López Quiroga (UAM), nos sumerge en la problemática de la supuesta ruptura del modelo de poblamiento hispanorromano previo a la caída del Imperio con el que se da después del asentamiento de los visigodos en Hispania. Tradicionalmente se ha interpretado que la caída de Roma supuso el fin del mundo urbano clásico e incluso antes, con el auge del cristianismo ya se contraponía el modelo de ciudad pagana con el de ciudad cristiana.

Estas interpretaciones tan radicales han pasado por alto muchos detalles que permanecen inherentes al proceso de evolución del poblamiento en Hispania entre los siglos V-VII; un modelo que responde a un concepto clave: El reaprovechamiento de espacios.

ob_b2e3d7_reconstruction-water-gate-butrint
Imagen 3. Recreación histórica de la reutilización del espacio urbano en la Antigüedad Tardía, donde la catedral cristiana ocupa un lugar preponderante.

Basándonos en esta premisa podemos enumerar varios casos de espacios que han evolucionado y cambiado tras la llegada de los visigodos, en el espacio urbano, pero también rural. Así, en el urbano, podemos comprobar cómo las antiguas domus unifamiliares construidas en torno a un peristilo o patio central acogen ahora varias viviendas unifamiliares reaprovechando las habitaciones de la domus romana previa; utilizando el peristilo como patio central de ese nuevo vecindario. Este ejemplo es perfectamente constatable en el barrio de Morería de Mérida.

Hemos hablado de estos casos en algunos artículos del blog, pero por citar varios ejemplos de reaprovechamiento de estructuras precedentes podemos citar el caso del teatro romano de Cartagena donde se instaló un barrio en el período de ocupación bizantina, en Valencia se abandona el circo instalándose en su lugar un barrio artesanal, el complejo termal de Braga (Bracara) se convierte en un conjunto de viviendas… en definitiva, el espacio no se abandona, sino que se reutiliza.

El concepto del suburbium, esto es, el espacio extramuros de la ciudad adquiere en la Hispania visigoda una importancia particular respecto a la construcción que se lleva allí a cabo de viviendas y de espacios de culto cristiano, del mismo modo que la catedral tardoantigua adquiere el papel protagonista intramuros.

El autor nos desglosa después un acertado y escueto índice de ideas ordenadas para que tengamos una clara percepción del proceso que se lleva a cabo en Hispania en cuanto a la arquitectura, la ordenación del espacio y el reaprovechamiento de los edificios precedentes. Lo mismo para el caso del mundo rural que, a pesar de lo que se ha creído, no es tan diferente al mundo rural de época imperial o incluso precedente a los romanos. Sí que hay un hecho fundamental como la reocupación de antiguos castros en altura de época prerromana para retomar su carácter defensivo ante la inseguridad existente en estos tiempos de invasiones e inestabilidad política. Leyendo a López Quiroga vamos a tener una visión muy clara de qué pasa en Hispania y sus pobladores durante el período visigodo.

Bibliografía:

Imagen destacada: Iglesia de Santa María de Melque, Toledo, reutilizada como torreón defensivo en el siglo IX.

Soto Chica, José: «El reino de Toledo y sus relaciones externas» en Arqueología e Historia Desperta Ferro, 16, pp. 7-19.

Deja un comentario